TEXTO FINAL:
Este verano también han aumentado las entradas de visitantes, las pernoctaciones y los precios medios diarios. Otro verano batiendo récords en el incesante crecimiento que celebra la industria turística. Las y los donostiarras, sin embargo, poco tenemos que celebrar. El turismo que para unos pocos es la gallina de los huevos de oro es para la mayoría un modelo económico que nos ahoga.
En los barrios más turísticos las calles masificadas, el ruido, la basura, el declive del comercio y la inhabitabilidad son evidentes. Pero más allá de eso, los efectos de la turistificación, más profundos de lo que se ve a simple vista, llegan a toda la ciudad y ponen en peligro a nivel estructural Donostia y las vidas de sus habitantes.
- Vivimos una emergencia habitacional y estamos siendo expulsados de la ciudad
- El sector económico que ofrece condiciones laborales precarias se está comiendo todas las demás actividades, desequilibrando el modelo económico
- Se da una mercantilización de la cultura porque se trata como un simple elemento de atracción de inversiones y turismo.
- La marginación del euskera y de los vascoparlantes se acentúa cuando se da prioridad a los turistas y lenguas llegadas de fuera.
- El espacio público se diseña y moldea para fomentar el consumo.
- Se nos impone un modelo de movilidad basado en coches, vuelos y enormes infraestructuras devastadoras.
- Se artificializan entornos naturales rurales de inmenso valor ecológico.
- La destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico es una constante.
- Se daña el comercio local, dificultando su existencia y favoreciendo las grandes cadenas y multinacionales.
- Y todo esto supone debilitar las redes comunitarias entre las y los vecinos de la ciudad; las relaciones a nivel de barrio, la dispersión de familias y grupos de amigos, la individualización y el desarraigo.
En Donostia sufrimos especialmente la influencia del turismo de lujo: cada vez se fomenta una oferta turística más exclusiva y cara para atraer a los bolsillos más ricos. Nos dirán que el «turismo de calidad» es la fórmula para evitar la masificación; pero reivindicamos vidas de calidad: derecho a la vivienda, empleos dignos, barrios vivos y oferta cultural y de ocio para todos. Queremos vivir en una ciudad económica y socialmente justa.
Porque ya hace tiempo que las y los donostiarras hemos levantado la voz, a los responsables institucionales les resulta muy difícil hacer como que no escuchan. Tras una década apretando el acelerador de la turistificación; después de ofrecer favores y facilidades continuos a especuladores y explotadores, hemos llegado al momento de la hipocresía. Ahora los que gobiernan a favor de los negocios privados fingen ser sensatos. El tamaño de las visitas guiadas, la tasa turística o nimiedades similares no son suficientes. Tenemos que transformar el modelo de ciudad por la vía del decrecimiento turístico para poner en el centro las condiciones de vida de sus habitantes.
Este es un año especial. El movimiento contra la turistificación ha estado más vivo que nunca. En varias ciudades y territorios hemos salido a la calle para denunciar las graves consecuencias de la turistificación. El mensaje es claro: el crecimiento de este modelo turístico ha superado todos los límites y, frente a ello, es imprescindible tomar medidas a favor del decrecimiento turístico.
- Hay que reducir los pisos turísticos hasta hacerlos desaparecer por completo. Las medidas a favor del alquiler público y social y la limitación de precios deben implantarse cuanto antes.
- Además de garantizar las buenas condiciones laborales en la actualidad en el sector turístico, hay que reequilibrar el modelo económico facilitando la reorientación de empresas y trabajadores hacia otros sectores.
- Hay que atajar la promoción turística que se hace a través del presupuesto público y todas las políticas realizadas en beneficio de los negocios turísticos. 0 euros al crecimiento turístico. 0 favores a los turistificadores.
- Hay que dejar de ver la cultura como mero objeto de consumo y atracción, para reforzar las redes locales de creación.
- Hay que priorizar el uso del euskera en todos los ámbitos de la sociedad.
- Las calles deben ser un espacio de relación, de encuentro, de juego, de paseo, de descanso y de comodidad para la vida cotidiana
- Hay que reforzar el amplio tejido asociativo de la ciudad, dar facilidades a sus vecinos que se organizan desde y para el pueblo para realizar actividades sociales, culturales, de ocio y comunitarias. Ese es el tesoro, el corazón y el motor de Donostia
Porque estamos en peligro, es el momento de poner coto a quienes se enriquecen causando daño a las donostiarras. Mientras pasa el tiempo, se hace más difícil salir de esta grave situación.
No queremos terminar sin mencionar lo que ha pasado con las Cenas Solidarias. Es un crudo ejemplo del modelo de ciudad elitista y excluyente. La ejemplar red ciudadana organizada para la solidaridad está siendo atacada. No hay Donostia bella o ciudad de la que sentirse orgulloso en el mundo mientras tengamos entre nosotros exclusión, hambre y miseria. La convivencia entre las y los donostiarras sólo se puede construir sobre unas condiciones de vida dignas de todos. No queremos dejar a nadie atrás y no lo vamos a hacer. Os animamos a participar en Kaleko Afari Solidarioak y otras iniciativas solidarias. Y también queremos hacer un llamamiento a responder ante el clasismo, el racismo y el fascismo.
Sólo la organización y la lucha popular pueden traer un cambio de modelo de ciudad. Hacemos un llamamiento a las y los donostiarras para que se activen, se organicen y sigan luchando.
En defensa de nuestras vidas y de nuestra ciudad ¡decrecimiento turístico ahora!
FOTOS:
HEMEROTECA:
https://www.elsaltodiario.com/turismo/manifestacion-turistificacion-donostia
https://www.publico.es/sociedad/millar-personas-piden-donostia-decrecimiento-turistico-ciudad.html
https://www.bbc.com/news/articles/cwy19egx47eo
https://www.france24.com/en/video/20241027-in-spain-protests-against-overtourism-grow