Hondalea, hondamena

(Hondalea: abismo en el mar. Hondamena: destrucción)

La industria turística quiere más dinero. No le importa a cambio de deteriorar qué. El alcalde de Donostia/San Sebastián ha anunciado que pretende ampliar las visitas guiadas para la promoción de la escultura Hondalea en la isla Santa Klara. Quieren llevar a la isla del 1 al 16 de abril cuantos turistas sean necesarios y, consolidado el periodo estival, también ansían ampliar la oferta, durante el resto del año, a demanda. Ante esta situación, los cuatro colectivos firmantes denunciamos el incumplimiento por parte del Ayuntamiento de los acuerdos sobre la limitación de las visitas en la isla, y alertamos una vez más, de las consecuencias negativas que el uso turístico de la isla, promovido por la instalación de “Hondalea”, tiene sobre el entorno ecológico y social de Santa Klara.

A raíz de la intervención en el faro de la isla y la instalación de Hondalea, durante 2019 y 2020, los cuatro colectivos firmantes se reunieron varias veces, con miembros del gobierno municipal y de la empresa promotora de la obra escultórica. El objetivo de tales encuentros fue el de establecer límites y condiciones al desarrollo de la actividad turística en la isla, a fin de acotar su indudable impacto sobre el ecosistema, biota y patrimonio histórico, así como en el uso que las y los donostiarras popularmente le han dado. Concretamente, durante dichas reuniones se pusieron sobre la mesa limitaciones de horarios, temporalidad, límite de aforo, así como el límite a la ampliación de servicios e infraestructuras vinculadas a las visitas en la isla.

Ante el anuncio de ampliación del calendario de visitas, hoy vemos cómo lo acordado hace dos años se rompe de forma unilateral, en pro de una mayor afluencia de visitantes en la isla, cediendo así más espacio a la dinámica turistificadora que, día tras día, amenaza con destruir los espacios naturales de la ciudad.

La isla es la casa de las aves marinas y abril coincide plenamente con la nidificación en el suelo de sus moradoras. Una semana para construir el nido, 1 mes para incubar y mes y medio para atender a las crías. Todo ello, en un pedazo de tierra de 5,4 hectáreas. Santa Klara consta también de especies protegidas como el brezo de mar (Frankenia Leavis), la lagartija parda de la isla (Podarcis liolepis), el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), la gaviota sombría (Larus fuscus) y el gavión atlántico (Larus marinus). Además, una gran colonia de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) vive y se reproduce en el enclave.

La obra de Cristina Iglesias “Hondalea”, ubicada en el faro de la isla se convierte, según sus promotores, “en un símbolo de la defensa de causas ecológicas y de la conservación medio ambiental”. Nada más lejos de la realidad, dicha “intervención artística” se suma hoy a la lista de amenazas que históricamente han pesado sobre el ecosistema de la isla. Asimismo, la instalación, que ya es discriminatoria y contraviene la ley de accesibilidad para personas de movilidad reducida, requerirá
además de nuevas infraestructuras de salvamento para atender las emergencias sanitarias en caso de abrirse fuera de la temporada oficial.

Más allá de los efectos negativos sobre el ecosistema propio de la isla, Hondalea es en sí misma una operación turística a gran escala que contribuye a engrasar la maquinaria turistificadora en Donostia para satisfacer los intereses privados que mueve el mercado turístico. Un engranaje más, un nuevo atractivo turístico como la escultura del faro, en una ciudad en la que los procesos de turistificación precarizan día tras día y de forma cada vez más evidente la vida de sus vecinos y vecinas.

A pesar de que Hondalea en un principio había sido anunciado como un “regalo” de Cristina Iglesias al pueblo donostiarra, partió de un presupuesto inicial de 1,5 millones que ascendió paulatinamente hasta los 5 millones de euros públicos costeados con los impuestos de los contribuyentes donostiarras, motivando que fiscalía abriera una investigación. Asimismo, sus promotores aseguraron que la afección al medio natural sería prácticamente inexistente y que, además, se utilizaría para promover los valores naturales de la isla. Estos son precisamente, los aspectos de primer orden que hoy siguen amenazados.

Por todo ello, SOLICITAMOS AL GOBIERNO MUNICIPAL:

  • Que se proceda al cumplimiento de los acuerdos con las asociaciones firmantes sobre temporalidad, aforos, horarios, límites a dotaciones y a ampliaciones de nuevos servicios e infraestructuras en la isla.
  • Que de ninguna manera se procedan a realizar visitas a la isla en plena primavera, cuando las aves marinas nidifican en el suelo.
  • Que se proteja y restaure la Naturaleza en la isla.

En Donostia / San Sebastián, a 16 de marzo de 2023

Bizilagunekin Plataforma / Haritzalde / Eguzki / Parkea Bizirik


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