El Ayuntamiento ha permitido ganar cientos de miles de euros en la temporada de verano al hotel de Miraconcha, sin hacer cumplir las normas

Hace meses, nos anunciaron la apertura de un lujoso hotel de 5 estrellas, promovido por el actor Robert De Niro, en uno de los lugares centrales y más bellos de Donostia, mirando a La Concha, con todo su brillo y esplendor. Desde entonces hemos visto publi-reportajes para la promoción del nuevo hotel en numerosos medios locales y extranjeros. El nombre de muchas, instituciones y eventos conocidos se ha relacionado con el hotel, que es reflejo de la turistificación más elitista.

Mientras tanto, en las instituciones que debían responder a la responsabilidad de gobernar la vida de la ciudad y de representar políticamente a las y los donostiarras se estaba produciendo una cadena de conductas inaceptables. Los actores de la obra de teatro que hablan de una supuesta voluntad de tomar medidas ante los efectos de la turistificación, los responsables municipales, han vuelto una vez más a ser cómplices de promotores de negocios millonarios que no respetan las normas. Lo que está pasando con el Hotel Nobu es muy grave y tiene responsables concretos.

Durante los meses de enero, mayo, agosto y septiembre de 2023, el Ayuntamiento ha recibido denuncias que ponían de manifiesto las infracciones que se estaban cometiendo en la construcción del Hotel Nobu. Entre otras cosas, antes de la apertura del hotel en la Semana Grande de 2023, se denunció la reconstrucción del edificio a mayor altura y la instalación de chimeneas no autorizadas, con sus correspondientes pruebas gráficas. En noviembre, la asociación Ancora, dedicada a la conservación y defensa del patrimonio arquitectónico de la ciudad, ha registrado en el Ayuntamiento un escrito denunciando la situación y lo ha expuesto públicamente. Tras quedar al descubierto, el Ayuntamiento ordena el cierre del hotel. El escrito de Ancora explica y documenta perfectamente todas las infracciones.

Pero además de los daños desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico, destaca el comportamiento respecto a la normativa. Era evidente que el hotel estaba abierto sin permiso de actividad. Todas las denuncias estaban en manos del departamento de Urbanismo y la concejala de Urbanismo era consciente de que operaban sin autorización desde el momento en que abrió el hotel. El propio alcalde y otros concejales han participado en actos realizados en el hotel, abierto y haciendo negocio sin autorización. Y podemos ver las fotos que ilustran este vergonzoso comportamiento.

Hasta que se ha denunciado públicamente el asunto, la concejala de urbanismo y el alcalde no han tomado ninguna medida. Y, insistimos, eran conscientes de la situación desde el principio. Los ciudadanos se han movido para defender el interés general de la ciudad, lo que ha obligado a los responsables municipales a ordenar el cierre. La Ley 2/2006 de Suelo y Urbanismo establece en su artículo 225.4.b) que » Incurren en responsabilidad los miembros de las corporaciones locales y las autoridades con competencia en materia de ordenación territorial y urbanismo cuando: (…)  b) Dejen de ejercer las potestades de inspección, protección, restauración y sanción de los actos y las actuaciones clandestinas y las infracciones urbanísticas.”

Lo ocurrido es muy grave. Y es que, a pesar de que la orden de cierre se podía haber firmado el mismo mes de agosto, el hotel ilegal ha sido autorizado a continuar su negocio durante la época más fructífera de la temporada turística. Teniendo en cuenta que el hotel trabaja con 20 habitaciones que cuestan entre 800 y 1800 € la noche, han podido obtener unos ingresos de cientos de miles de euros durante unos tres meses.

El hotel ha sido cerrado de momento por no haber obtenido la licencia de primera utilización. Se le ha suspendido esta vía de ingresos. Sin embargo, los promotores del hotel han cometido una serie de graves infracciones que merecen una sanción y una multa: dañar gravemente los elementos arquitectónicos protegidos, no seguir el proyecto registrado y subir la altura, instalar chimeneas, actuar sin actividad… Todo ello merece una multa. Pero todavía no se le ha abierto ningún expediente sancionador. El artículo 226.4 de la Ley 2/2006 de Suelo y Urbanismo establece que «En ningún caso la infracción podrá suponer un beneficio económico para el infractor. En consecuencia, en los supuestos en que la comisión de la infracción haya conllevado o conlleve un beneficio económico, la sanción económica que corresponda será incrementada con la cuantía total del beneficio económico obtenido.» Por lo tanto, el hotel Nobu debería ser objeto de fuertes sanciones en función de la normativa urbanística.

Denunciamos que el Ayuntamiento ha permitido cometer esta infracción. Que, a pesar de tener toda la información disponible, ha actuado con complicidad con los delitos del Hotel Nobu.

Denunciamos que, por parte de los promotores del hotel, actuar de esta manera en un edificio protegido en el mismo Miraconcha, es no respetar a las y los donostiarras. Es intentar reírse de la gente.

A pesar de ser grave y triste, la hipótesis más optimista es que los responsables municipales actúan embelesados por el lujo y el glamour. En cualquier caso, es evidente al menos que los intereses de las y los donostiarras han quedado en segundo plano. No es la primera vez que la falta de supervisión afecta a proyectos de negocio relacionados con la actividad turística a la vez que se manifiesta públicamente cercanía hacia los mismos.

Solicitamos que el Ayuntamiento imponga a los promotores del hotel una penalización económica proporcional a todas las infracciones cometidas: que cubra al menos la cantidad de ingresos obtenidos ilegalmente durante estos meses, el daño patrimonial y su eventual reposición.

Solicitamos que el Ayuntamiento no autorice ninguna actividad a ningún proyecto de negocio en el futuro, hasta que demuestre y garantice el cumplimiento de todas las normas; ni de manera oficial, ni de facto.

Hacemos un llamamiento a las y los donostiarras para que se activen y organicen contra la turistificación que perjudica nuestra ciudad y nuestras vidas, participando en asociaciones e iniciativas de cualquier índole. Debemos recuperar Donostia de manos de quienes están enriqueciéndose con la turistificación y quienes gobiernan en su beneficio. Es urgente encaminar Donostia hacia el decrecimiento turístico.