Hoy nos reunimos aquí para reivindicar que las casas son para vivir. Porque estamos hartos de políticas que apoyan hacer negocio con un derecho fundamental de las personas.
En Donostia vivimos una emergencia habitacional. El de la vivienda no es un problema nuevo, pero a medida que pasa el tiempo, en vez de arreglarse está empeorando.
Las garras de la especulación aprietan a las y los donostiarras; pasan por encima de sus derechos día tras día. Uno de los principales problemas sociales de la ciudad, es a la vez uno de los negocios que más dinero mueve.
No es aceptable ni estamos dispuestos a aceptarlo. La implantación de una nueva política de vivienda es urgente y es prioritaria. Las autoridades públicas deben dejar de gobernar a favor de quienes hacen negocio con la especulación y las necesidades básicas de los vecinos y vecinas.
Crece y crece el precio de la vivienda y, en particular, el precio del alquiler. Un piso de 90 metros cuadrados cuesta de media 460.000 €. Y en alquiler, por un piso de 90 metros piden más de 1300 € al mes. ¡De media!
Los fondos buitre han llegado a adueñarse de edificios enteros y expulsar a las vecinas y los vecinos. Azora en Gros y Amara, Blackstone en Benta Berri, Sareb en Egia… se quiere enriquecer contra nuestras vecinas y vecinos, sin escrúpulos. ¡No les dejaremos! Responderemos con solidaridad.
Son muchas las personas en situación de desprotección. Cientos de personas viven en la calle. Desde las instituciones públicas no se hace suficiente para dar la respuesta debida a esta lamentable y vergonzosa situación. ¡No aceptamos el modelo que se jacta del lujo de los ricos y que ignora la miseria!
Toda una generación se ha visto obligada a marcharse de la ciudad. Las y los jóvenes donostiarras son expulsados de los barrios en los que han nacido y vivido. Esto desmantela poco a poco las relaciones, las redes entre vecinos y la identidad de estos barrios.
La turistificación ha convertido en hoteles y en pisos turísticos las viviendas que necesitamos para vivir. Niegan la vinculación entre el modelo turístico y la emergencia habitacional y nos hacen propaganda todos los días, diciendo que aporta riqueza. ¿Pero para quién? El decrecimiento turístico es imprescindible para construir una Donostia equilibrada y habitable.
Estos no son problemas individuales o personales. Son problemas de toda la ciudad, de toda la sociedad. La ciudad está yendo hacia la elitización, la expulsión de la juventud, la acumulación de poder de los especuladores y el desmantelamiento de las comunidades vecinales.
Hoy nos juntamos cientos de personas convocadas por diferentes movimientos sociales y asociaciones vecinales. Que sea el inicio de un periodo de activación popular. Lo que está en juego es un modelo de ciudad que condiciona nuestras vidas y las de nuestro entorno.
No aceptemos especuladores ni discursos a favor de la especulación. Cuidémonos, a nosotros, nosotras a nuestras vecinas, nuestros barrios… Organicémonos para tomar nuestras vidas en nuestras manos y detener a los que quieren vender y comprar la ciudad.
¡LAS CASAS SON PARA VIVIR, NO PARA HACER NEGOCIO! ¡DONOSTIA NO ESTÁ EN VENTA!
Vivienda cooperativa Abaraska – AA.VV. Amara Bai – Plataforma BiziLagunEkin – BLP Red Vecinal de Bidebieta – Oficina de Okupación de Donostialdea – Sindicato de Inquilinas de Donostialdea – Asamblea Egia 22 – AA.VV. Egia Bizirik – AA.VV. de Gros Hondarpe – Plataforma Heriz – Infernua Bizirik – Inquilinos de Azora – IZBE AA.VV. de Intxaurrondo Viejo – Stop Desahucios Donostialdea – AA.VV. Parte Zaharrean Bizi – Saretxe