Los que nos quieren hacer creer que el actual modelo de turismo es intocable, quieren evitar el debate sincero y sano. Han conseguido extender muchísimo ciertas ideas. Pero si les damos un par de vueltas, nos damos cuenta de que son falsas creencias.
¿Qué tenéis en contra de los turistas? Todos y todas somos turistas…
No tenemos nada en contra de las personas que visitan Donostia en sus vacaciones. Nos preocupan las consecuencias que tiene el actual modelo de turismo en la ciudadanía: en la vivienda, en las condiciones laborales, en las relaciones de barrio, el pequeño comercio, el paisaje lingüístico… Estos problemas, más que de los turistas, son responsabilidad de quien ha diseñado y promueve sin medida el actual modelo turístico: algunos inversores locales e internacionales y los y las responsables institucionales que les abren todas las puertas.
El problema está en la Parte Vieja. No llega a nuestro barrio
Aunque a simple vista vemos la mayoría de turistas en la Parte Vieja, Gros y el Centro, el problema de la subida de precios de la vivienda de alquiler es general en toda la ciudad, el cambio en la estructura económica de la ciudad nos afecta a todas sus habitantes, se están poniendo en riesgo y transformando las comunidades de barrio, muchos donostiarras se ven en la tesitura de renunciar a ciertos espacios de la ciudad…
Que vengan los turistas, a dejar su dinero.
El sector turístico de la ciudad está repartido entre muy pocas personas. Inversores inmobiliarios del ámbito internacional, multinacionales que se están expandiendo rápidamente en el comercio, familias dueñas de varios negocios de hostelería y hoteles… A la mayoría solo nos quedan las condiciones laborales mediocres y la tendencia a que la economía de la ciudad se base en un único sector se está imponiendo.
Hay que sacar a los turistas del centro de Donostia y conducirlos a los barrios y pueblos de alrededor
Canalizar los turistas a los barrios y pueblos exteriores no reduciría el problema de las zonas saturadas. Que se abran hoteles o pensiones en Amara o Intxaurrondo no significa que los del Centro o Parte Vieja vayan a quedarse vacíos. Serviría para extender la saturación y no para poner límite a las diversas consecuencias del turismo. Las consecuencias del equivocado modelo de turismo de Donostia ya llegan más allá de los límites de la ciudad.
Necesitamos que crezca el turismo, porque eso crea puestos de trabajo
En los empleos que consisten en la recepción directa de turistas (hoteles, hostelería, comercio…) las condiciones laborales son destacadamente preocupantes: sueldos bajos, horarios… Son sectores en los que la precariedad golpea de manera especial: empleos de corta duración, inestabilidad, despido fácil… Han convertido casi en imposible que la gente que trabaja en esos puestos pueda vivir en Donostia, con las actuales condiciones de trabajo.
Hay que conseguir que los turistas vengan fuera del verano
Que vengan más turistas fuera del verano no significa que se reduzca la masificación del verano. Extenderse a todo el año es la idea promovida por quienes quieren convertir los servicios ligados al turismo en el único sector de la ciudad y de los lobbys que sacan grandísimos beneficios de ello.