Nuestras ciudades, nuestros barrios, nuestro clima, nuestra salud, nuestra vida. #StopTuristificación
La red SET de ciudades del sur de Europa contra la turistización ha realizado una convocatoria unitaria de acción hoy martes 27 de septiembre en diferentes ciudades y territorios, con motivo de la NO celebración del Día Internacional del Turismo y bajo el lema Collapse Tourism Day.
La red SET nació durante la primavera de 2018 conformada por entidades de Venezia, València, Sevilla, Palma, Pamplona, Lisboa, Malta, Málaga, Madrid, Girona, Donostia, Córdoba, Canarias, Camp de Tarragona, Barcelona y Marsella y se ha ido ampliando, con el objetivo de sumar fuerzas y crear una voz crítica con los procesos de turistización de estos territorios. Su actividad se ha centrado en encuentros para la reflexión y el aprendizaje mutuo, y en acciones coordinadas entre los diferentes nodos, a menudo tomando como referencia la fecha del Día Mundial del Turismo.
Tras el paréntesis impuesto por la pandemia, la red SET se ha reactivado, ante un panorama aún más duro, con una vuelta del turismo masivo comparable a la anterior, cuando no mayor, y en una versión aún más agresiva. Mientras el sector privado lleva al extremo su habitual y cínico chantaje sobre puestos de trabajo, y lejos de los discursos centrados en replantear y diversificar modelos económicos, las administraciones locales y los gobiernos nacionales han dedicado una gran cantidad de recursos públicos a empresas dedicadas al turismo (alojamiento y transporte), muchas de ellas grandes multinacionales con beneficios millonarios, que causan graves perjuicios sociales, económicos y ambientales.
Al mismo tiempo, como consecuencia de la pandemia, las administraciones locales han facilitado la proliferación de la ocupación del espacio público por el sector de la hostelería. Estas ocupaciones, que debían ser momentáneas y apenas justificadas por necesidades higiénicas, en la mayoría de los casos no están siendo revertidas a pesar de la disminución de los riesgos de salud. El aumento del espacio público bajo gestión privada (por ejemplo, las terrazas de bares y restaurantes) supone más mercantilización del espacio urbano y mayores impactos en la vida cotidiana (ruido, movilidad…)
Este verano hemos visto una vuelta del turismo masivo que en algunos casos se acerca estadísticamente al período pre-covid, y en otros los supera claramente. Esto reactiva y agrava los procesos de exclusión vecinal y explotación/precarización laboral en una población ya muy tocada por la crisis económica provocada por la pandemia.
En paralelo, se intensifica el tráfico de cruceros y se retoman proyectos de ampliación de grandes infraestructuras, añadiendo una retórica de greenwashing como si la crisis sistémica que vivimos no fuera una grave amenaza para el planeta, sino apenas una moda. Tanto la administración pública como el sector privado utilizan términos como «desarrollo sostenible», «transición ecológica» o «tecnología verde» de forma superficial y sin sentido, y no se rinden ante la evidencia de que la única sostenibilidad posible pasa por el decrecimiento de la actividad turística y la diversificación de la economía hacia modelos productivos acordes con las necesidades sociales, culturales y ambientales de los territorios y ciudades colonizadas por la actividad turística. La incontestable crisis climática consta en todas las agendas políticas, pero lo hace de manera aislada y ajena al resto de políticas, que siguen un modelo extractivista, en un marco global ahora agravado por las guerras y la inminencia de una crisis energética sin precedentes.
Por todo ello, la red SET vuelve a escoger para manifestarse la fecha simbólica del Día Mundial del Turismo, utilizado por lobbies y administraciones públicas para celebrar nuevos récords y para el lavado de cara del sector.
Así, bajo el lema WORLD TOURISM DAY = COLLAPSE TOURISM DAY, el martes 27 de septiembre tendrán lugar acciones de protesta y denuncia de esta situación en diferentes puntos del Sur de Europa, con el fin de denunciar:
- los efectos globales de la intensificación de la actividad turística a nivel ambiental y social, comunes a todos estos territorios y ciudades.
- la inversión de dinero público en la promoción y el rescate de una actividad de lucro privado que genera y agrava desigualdades sociales.
- el impacto climático de esta actividad extractiva basada en el consumo excesivo de bienes y servicios.
- la espiral de dependencia del sector turístico que provoca una excesiva vulnerabilidad de las economías locales.
- la pérdida progresiva de nuestros barrios y espacios de relación, cada vez más mercantilizados.
- la creciente precarización de los trabajadores del sector, especialmente en trabajos de temporada.
- los perjuicios que genera el apoyo a esta actividad en el actual contexto de crisis global y escasez de recursos energéticos.
- la desconexión total entre las declaraciones de emergencia climática de las políticas cotidianas y de fondo.
Ante todo ello, ciudades y territorios, junto con entidades y la sociedad de estos espacios, se unen una vez más para solicitar:
- compromisos reales de decrecimiento y limitación del número de plazas turísticas y pasajeros en puertos y aeropuertos.
- paralización definitiva de toda ampliación de infraestructura portuaria y aeroportuaria.
- un compromiso real con el cambio climático que implique menos desplazamientos y relocalizar la producción, más diversa y local, en los propios territorios.
- políticas activas contra la gentrificación, mercantilización de los espacios y expulsión de los residentes.
- compromiso de buscar el equilibrio económico en territorios.
SET. Red de ciudades del Sur de Europa ante la Turistificación