Al menos 3375 jóvenes se han ido de Donostia a vivir a los pueblos de Buruntzaldea y Oarsoaldea en diez años

  • La Diputación Foral de Gipuzkoa ha analizado los cambios de residencia registrados de jóvenes de 18 a 34 años en el estudio Movilidad residencial de la juventud en Gipuzkoa: periodo 2010-2020.
  • Astigarraga, Errenteria, Hernani y Pasaia han sido los municipios que más jóvenes donostiarras han recibido.
  • Según los indicadores socioeconómicos analizados, el acceso a la vivienda es la principal razón por la que un municipio atrae la juventud.

La Dirección de Juventud de la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha realizado un estudio a partir de la preocupación por los cambios en la estructura de edad de los municipios, de cara a conocer mejor las dificultades de emancipación de los jóvenes: https://www.gipuzkoa.eus/es/web/juventud/indicadores-investigaciones/movilidad residencial

Las conclusiones del estudio muestran que hay relación entre la transformación que vive San Sebastián en los últimos años y la expulsión de los jóvenes de la ciudad.

“El acceso a la vivienda a partir de los indicadores socioeconómicos analizados es el principal motivo de acceso de las personas jóvenes. De hecho, se constata un incremento del saldo migratorio en las zonas en las que se ha incrementado el parque de viviendas, las tasas de compraventa de viviendas y la tasa de nuevos alquileres.”

“San Sebastián y su entorno viven un proceso de metropolización; la zona de influencia de la capital es cada vez más amplia.”

“La movilidad residencial de los jóvenes de Donostia se orienta a las comarcas de Bidasoa, Buruntzaldea y, especialmente, a Oarsoaldea. En todos los casos el número de jóvenes que se han desplazado desde San Sebastián a estas comarcas ha sido superior al de quienes se han desplazado desde estas localidades a San Sebastián. En el contacto con Buruntzaldea, por ejemplo, San Sebastián ha perdido a 457 jóvenes: 1.474 se han mudado desde San Sebastián y han sido 1.017 los que lo han hecho en el sentido contrario. En el caso de Oarsoaldea, el saldo es de 408 jóvenes a su favor: las bajas censales han sido 1.901 y las altas 1.493.”

Observando el número de jóvenes que se trasladaron desde Donostia a cada localidad uno a uno, destacan algunos números muy llamativos. Unas veces porque el número absoluto es alto de por sí y otras porque forman una parte proporcional significativa de la población del pueblo en cuestión. Errenteria (892), Pasaia (728), Irún (594), Hernani (421), Astigarraga (325), Lasarte-Oria (309), Andoain (181), Oiartzun (134), Urnieta (125), Usurbil (113). En el caso de Astigarraga, más de la mitad de su saldo migratorio se debe a jóvenes procedentes directamente de Donostia. En todos estos casos el número de jóvenes desplazados desde Donostia a estas localidades es mayor que los desplazados en dirección contraria.

Las dinámicas internas también pueden considerarse relacionadas con la evolución de la ciudad (encarecimiento de la vivienda y turistificación). De hecho, los barrios más cercanos al centro urbano han perdido a sus vecinos jóvenes: Ibaeta (203 jóvenes), Gros (181 jóvenes), Egia (133 jóvenes), Centro (89 jóvenes), Ategorrieta-Ulia (84 jóvenes) y Antiguo (81 jóvenes). Y los barrios más alejados del centro de la ciudad, que en los últimos años han experimentado el crecimiento del parque residencial, han recibido nuevos vecinos jóvenes: Riberas de Loiola (221 jóvenes), Txominenea (156 jóvenes), Aiete (133 jóvenes, que incluye el área de Morlans) y Martutene (61 jóvenes).

Ante la innegable gravedad de la situación desde la Plataforma Bizilagunekin insistimos en la necesidad de un cambio urgente de modelo de ciudad en Donostia. La turistificación y el modelo de ciudad basado en el fomento de los negocios de unos pocos han llevado a negar a cada vez más donostiarras vivir en Donostia. Vivimos un fenómeno significativo de la expulsión juvenil que aumenta de forma alarmante el proceso de pérdida de habitabilidad y vida de la ciudad.

La necesidad de tomar un rumbo estratégico hacia el decrecimiento turístico es evidente en estos momentos. Es hora de tomar medidas valientes y firmes para poner fin al crecimiento turístico y a la emergencia habitacional. Hay que dar pasos hacia un modelo de ciudad que ponga en el centro las vidas y las condiciones de vida de las y los donostiarras, construyendo el futuro de Donostia por el camino del equilibrio social, ecológico y económico.

Un comentario en «Al menos 3375 jóvenes se han ido de Donostia a vivir a los pueblos de Buruntzaldea y Oarsoaldea en diez años»

Los comentarios están cerrados.