La plataforma Bizilagunekin, la iniciativa Parkea Bizirik, la asociación Haritzalde y el catedrático de la UPV/EHU Santiago Sánchez Beitia han comparecido este jueves 25 de junio ante las Juntas Generales de Gipuzkoa para revindicar la necesidad de proteger la isla y el faro de Santa Clara. Los citados grupos han mostrado su preocupación en torno al proyecto artístico que afecta a la isla y su faro, exigiendo de igual manera, un compromiso firme en pro de la conservación y protección del lugar.
Los oradores han denunciado los daños que podría generar la consecución del proyecto sobre el medioambiente, el patrimonio, el paisaje, el urbanismo, las finanzas públicas o la identidad del lugar entre otros. En primera instancia, han denunciado el riesgo de pérdida patrimonial que conlleva la ejecución de esta obra. A su vez, han expresado su preocupación por una posible aceleración del proceso de turistización que ya sufre la ciudad. De igual manera, han manifestado su preocupación por el riesgo de mercantilización y privatización del espacio urbano que acarrea este proyecto. También han advertido del peligro de deterioro paisajístico que traería consigo esta obra. A su entender, tanto las obras como el posterior aumento del número de visitantes y trayectos pueden ocasionar daños ecológicos irreparables ligados a la masificación y la contaminación. Por último, han querido destacar el grave perjuicio económico que supondrá la intervención artística sobre las cuentas públicas, avenido de un sobrecoste que no cesa de crecer.
En plano propositivo, los grupos han pedido la paralización de las obras para la realización del proyecto artístico de Cristina Iglesias. Han exigido a las autoridades actuar con altura de miras, llamando a su responsabilidad respecto a la larga serie de daños que la obra infligiría sobre la isla y su faro. Además de la paralización inmediata de las obras, los intervinientes han demandado la implementación de mediadas urgente para revertir los daños causados sobre el patrimonio y la naturaleza de la isla. También han aprovechado la ocasión para exigir la implantación de un proceso participativo público y transparente para decidir el futuro de la isla. Igualmente, han pedido que se asegure el control público de la isla y sus dotaciones, con la finalidad de evitar su privatización.
Además de lo precedente, han encomendado a las Juntas Generales a realizar cuantos pasos sean necesarios para que la isla sea catalogada como Zona de Especial Conservación a nivel comunitario. Junto a ello, han subrayado la necesidad de que se realice y cumpla un plan especial de uso y gestión que regule y organice el uso de la isla. Para finalizar, han insistido en la necesidad de replantear la intervención artística en su integralidad, proponiendo que en su lugar, se cree un centro de interpretación medioambiental y del patrimonio que cumpla una función netamente pedagógica orientada a educar a las futuras generaciones de Donostiarras.
En su mensaje dirigido a las y los junteros, los grupos participantes no han querido pasar por alto su deseo de que el mismo también se difunda entre los representantes municipales de Donostia y la sociedad en general. Así, han invitado a las y los Donostiarras a que muestren su rechazo a este proyecto. Por último, han pedido a la sociedad a que se una a las diversas iniciativas que ponen en marcha para incrementar la fuerza conjunta en defensa de la tan apreciada isla de Santa Clara y su faro.