PETICIÓN DE QUE EL NUEVO PLAN DE TURISMO DE DONOSTIA SE CREE MEDIANTE UN PROCESO REALMENTE PARTICIPATIVO

El Ayuntamiento de San Sebastián está llevando a cabo en estos momentos el proceso de actualización del Plan Director de Turismo 2017-2021. El Plan Director de Turismo define la estrategia turística que seguirá la ciudad a medio plazo, fijando el rumbo para la actividad turística. De esta forma, la reforma del plan en marcha reordenará el modelo turístico de la ciudad y el camino que se seguirá.

La propuesta de actualización del Plan recoge que la emergencia sanitaria provocada por la Covid19 ha tenido un impacto directo en la economía de la ciudad y ha golpeado especialmente la dinámica del sector turístico. Según el documento, el parón general ha provocado un enorme descenso de viajeros, pernoctaciones, plazas ofertadas y empleo.

Según la propuesta de actualización del plan, el turismo tiene un carácter sistémico y transversal. Por lo tanto, se puede concluir que el impacto del turismo en el modelo de ciudad y en la vida de los donostiarras también lo es. El crecimiento desmesurado experimentado por el sector en la última década ha hecho que el modelo económico de la ciudad se haya orientado hacia el monocultivo turístico y Donostia se haya convertido en una ciudad dependiente de la actividad turística. El estallido de la crisis ha puesto de manifiesto que el actual modelo turístico, que busca una rentabilidad a corto plazo, tiene enormes grietas.

Aunque en estos tiempos de incertidumbre se han hecho patentes todas las debilidades del actual modelo turístico, la propuesta de actualización del plan busca, una vez más, fomentar el crecimiento. La ciudad se concibe como un producto para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, proponiendo medidas para ganar en competitividad y atractivo, y dedicando recursos públicos al sostenimiento de un modelo económico que no busca el bien común.

En este contexto, se olvidan o se tapan las consecuencias negativas que aparecen en relación con el turismo y la reflexión sobre las mismas. Una vez más, se actúa en pro de un negocio privado que alimenta desigualdades y obvia todo lo que destruye en el camino.  No se recoge ninguna mención a los daños que el turismo genera en las condiciones de trabajo, en la igualdad, en el mercado de la vivienda, en el medio ambiente, en la lengua, y en otros aspectos, así como las medidas para combatirlos.

La propuesta de renovación del plan señala que busca definir los criterios fundamentales para revisar la actual estrategia de la ciudad. Para ello, informa de un proceso “participativo”. En este proceso se prevé la participación de personas clave de la cadena de valor del turismo donostiarra, agentes públicos y privados interesados u operadores turísticos de relevancia. Sin embargo, sorprende que no se recoja ni una sola mención a las y los vecinos de la ciudad y las múltiples asociaciones socioculturales de la ciudad que alimentan las relaciones entre estos. Se prevé la participación de los agentes que obtienen un beneficio económico del turismo y no se permite que los afectados por la actividad turística puedan dar su opinión y aportación. Así pues, dicho proceso, lejos de ser “participativo”, evidencia una vez más el autoritarismo político de una gestión municipal que responde solamente a las necesidades de los inversores del mercado turístico.

La plataforma BiziLagunEkin de donostiarras por el decrecimiento turístico considera que el plan definitivo que determina el modelo turístico de la ciudad debe ser creado entre todas las donostiarras. De hecho, la experiencia nos ha demostrado que el modelo turístico de la ciudad tiene una influencia vital en la vida de la ciudad y de sus habitantes. Además, la búsqueda del beneficio de todos los donostiarras debe ser el objetivo central de este plan, no el de seguir alimentando un mercado voraz que precariza día tras día la vida en la ciudad.

Para ello, pedimos al Gobierno Municipal de Donostia/San Sebastián y a los responsables del departamento de turismo que el nuevo plan director de turismo que define el modelo turístico de la ciudad se base en un proceso de participación real; que se garantice la participación de la ciudadanía y de los agentes sociales (asociaciones vecinales, grupos socioculturales y ecologistas, plataformas ciudadanas, etc.) en un debate abierto, amplio y rico que aborde desde su raíz los temas que nos afectan a todos.