¡No somos figurantes!¡Corten con los agresores!

Las entidades abajo firmantes consideramos necesario posicionarnos abiertamente en contra del rodaje de la última película de Woody Allen que tiene actualmente lugar en Donostia, por varias razones. Por un lado, los potenciales efectos a corto y medio plazo que una iniciativa dirigida a la promoción internacional de la ciudad como esta puede generar en forma de crecimiento turístico se advierten como especialmente nocivas para con las condiciones de vida de las y los Donostiarras. Por otro lado, de acuerdo con las exigencias realizadas en el plano internacional por numerosas organizaciones feministas, creemos fundamental el detener cualquier tipo de relación institucional con el director de la película, Woody Allen, debido a las denuncias por violencia machista que penden sobre su persona.     

Invitamos a toda la sociedad Donostiarra a participar activamente en las movilizaciones que tendrán lugar durante las próximas semanas.

¡No somos figurantes!

Los poderes públicos abocan a Donostia hacia un proceso de turistización feroz y rampante. So pretexto de atraer turistas e inversiones a la ciudad, asistimos a un proceso de concentración de la acumulación de la riqueza que contrasta con la dificultad cada vez más evidente que perciben las y los Donostiarras para poder desarrollar sus vidas con normalidad y que se traduce en: el aumento del precio de la vivienda, la precarización del mercado laboral, el incremento de los precios al consumo, etc.

La creación de una marca-ciudad y la consiguiente mercantilización de la cultura atienden a intereses comerciales particulares y privativos que encuentran fácil acomodo en la ciudad. Las administraciones públicas se encuentran inmersas en su afán de desplegar la alfombra roja para facilitar la llegada de cualquiera que persiga estos fines, aún y cuando los mismos puedan atentar directamente contra las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad Donostiarra, siendo en particular las mujeres, los migrantes y la juventud algunos de los colectivos más afectados.

Bajo el argumento de que la película “será importante para Donostia” las instituciones públicas han otorgado todo tipo de facilidades a sus promotores. Mientras tanto, todas aquellas manifestaciones populares auto-organizadas de manera colaborativa por las propias vecinas y vecinos, como por ejemplo las fiestas, encuentran cada vez más complicaciones para su desarrollo, en tanto en cuanto no corresponden a fines mercantiles de negocio.

Exigimos la supresión de toda iniciativa encaminada a incrementar la afluencia turística en nuestra ciudad. En este sentido, es necesario eliminar el presupuesto público destinado a la promoción turística, habida cuenta de que la ciudad ya ha sobrepasado su capacidad de carga turística y no puede esperar a que los daños sean irreversibles. Así, el decrecimiento turístico es hoy la única solución posible para Donostia.

Rechazamos las ayudas y el trato de favor otorgado desde las entidades públicas a Mediapro y Woody Allen para poder llevar a cabo este proyecto. No es suficiente subrayar que el negocio de unos pocos “será importante para la ciudad”. En pos de la transparencia, las y los Donostiarras requieren conocer públicamnte todos los datos y vicisitudes que rodean a este proyecto pos en pos de la transparencia.                  

¡Corten con los agresores!

Denunciamos el recibimiento realizado a Woody Allen. Aduciendo que la presunción de inocencia asiste al director, el alcalde Eneko Goia no ha disimulado su entusiasmo en recibir a un presunto agresor sobre quién pesa una denuncia de abuso sexual. Se desprecian así de un portazo, todas las peticiones realizadas por el movimiento feminista de Donostia tras un laborioso trabajo de valoración. El director manifiesta con alevosía que no le incumbe lo que sucede a su alrededor y que nunca le ha importado ni la política, ni lo que ocurre en torno a su familia, ya que “no tiene capacidad mental para comprender los movimientos populares”. No podemos transigir con que en una misma semana se ofrezca la bienvenida a Woody Allen y al mismo tiempo se presente la campaña estival contra las agresiones. Esto no es más que un claro ejemplo de “blanqueo morado”.   

Exigimos que no se realicen ni recibimientos, ni muestras de apoyo a presuntos agresores, ni en Donostia, ni en ningún otro lugar. Estaremos siempre dispuestas a reaccionar frente a los agresores, siempre y cuando estos no hayan pagado y reparado el daño causado por sus actos.     

El rol de las y los Donostiarras

Donostia no es el decorado de ninguna película y las y los Donostiarras no somos, ni figurantes, ni turistas. Por el contrario, es la sociedad Donostiarra la que padece en sus propias carnes los daños generados por este modelo de ciudad y turismo. La puesta en venta de la ciudad, la toma de decisiones en beneficio de inversores, promotores privados y grandes cadenas comerciales, la construcción de macro-infraestructuras como la pasante de metro, o la proliferación desmedida de nuevos hoteles, buscan crear una ciudad para el negocio, comprometiendo las vidas cotidianas de las vecinas y vecinos de Donostia.

La brillante trayectoria cinematográfica llevada a cabo por una persona no nos va a deslumbrar. Mostramos nuestra absoluta determinación por ser las y los protagonistas de nuestras propias vidas, rechazando lo que pretenden imponernos. Juntas haremos frente a todos aquellos que quieran hacer de nuestra ciudad un negocio, así como a aquellos que pretenden que toleremos a los agresores.      

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